El Ángel, Sandrone Dazieri

Ha llegado el turno de El Ángel, de Sandrone Dazieri, una novela que me ha encantado. Es la segunda que leo de este autor y ya estoy deseando que se publique la siguiente, porque espero que esta tenga continuación: mi curiosidad lectora no concibe lo contrario.

Antes del resumen del argumento, un inciso. Esta novela es la segunda parte de la serie que el autor inició con No está solo. Y a la pregunta de si se pueden leer de manera independiente mi respuesta es no; pero esta es sólo mi opinión. Creo que han de leerse en orden porque en la primera novela Dazieri nos presenta a los dos protagonistas, el caso principal tiene que ver con uno de ellos y asistimos como testigos a las distintas situaciones a las que tiene que hacer frente esta pareja tan particular. Es cierto que la investigación  de esta segunda novela es independiente de la anterior pero hay cabos sueltos que hacen acto de presencia. Y, además, siempre argumento lo mismo, si el autor ha decidido escribir en un orden concreto será por algún motivo.

En esta ocasión la inspectora de policía Colomba Caselli tiene que resolver un caso de lo más insólito: un tren que llega a la estación de Termini de Roma procedente de Milán, un vagón del que no baja nadie, un revisor que entra para ver qué sucede, todos los pasajeros de ese vagón muertos. En un principio se considera como un acto de terrorismo y más aún cuando ISIS lo reivindica, pero Colomba pronto se da cuenta de que algo no cuadra. Es entonces cuando acude a Dante para que le preste su ayuda. Dante Torre es asesor de Colomba, así lo conocimos en la anterior novela. Tiene la particularidad de poder “leer” a las personas, es capaz de saber si mienten o a qué se dedican con sólo mirarlas. Analista de gestos, agorafóbico, fumador empedernido y adicto al café de calidad suprema. Duerme poco, piensa mucho, recurre a todo tipo de sustancias para sobrevivir y seguiría a Colomba hasta el fin del mundo. Para mí es un Sherlock moderno. E italiano. La investigación los lleva rápidamente por derroteros inesperados, el número de fallecidos aumenta y el peligro se cierne sobre ellos desde las primeras páginas.

Tan sólo adelantaré que el desarrollo es frenético: la intuición de los dos protagonistas de que este asesinato múltiple poco ha tenido que ver con el terrorismo islámico pronto se vuelve certeza y todo se precipita. Los impedimentos para que puedan llevar a cabo su trabajo son más que numerosos y las distintas situaciones que tienen que vivir los ponen a prueba: individualmente pero también como compañeros. Al comienzo de la novela se deja patente que Colomba y Dante se han distanciado y a lo largo de casi seiscientas páginas asistimos a los intentos torpes de llevar a término una relación en la que los dos miembros de la pareja juegan con cartas distintas. Ahí lo dejo.

Una de las cosas que más me gustan de este autor es su prosa: es un maestro en el arte de la descripción. Juega con el lector a su antojo, dosificando la información y logrando que siempre queramos más. Utiliza la misma estructura que en la anterior novela: el libro está dividido en varias partes a cuyo comienzo incluye un fragmento de algo que sucedió en el pasado del asesino. Nos va dando pequeñas pistas para poder conocer las motivaciones y las circunstancias del criminal de la historia.

Me gusta mucho la novela negra, cada vez más, y empiezo a pensar que eso es preocupante. Dazieri ha conseguido hacerse un hueco entre mis autores preferidos de este género, por su dominio del lenguaje, por el modo en que maneja la historia, por la complejidad de los casos, por la profundidad de sus dos protagonistas, porque logra que una novela larga se haga corta y porque me ha dejado con ganas de más.

Novela absolutamente recomendable, por si no había quedado claro.

El Ángel 

Sandrone Dazieri

544 páginas

Editorial Alfaguara