Tan poca vida, Hanya Yanagihara

No sé cómo enfrentarme a esta reseña. No sé cómo resumir en tan poco espacio lo que me ha hecho sentir esta novela a lo largo de la semana que he estado leyéndola. No tenía ni idea de qué era lo que me iba a encontrar cuando comencé y ahora, al haberla terminado, siento un nudo en la garganta que va a tardar en marcharse. Y sabía cómo iba a terminar, pero lo importante no es el desenlace, sino todo lo que contienen estas mil páginas.

Vamos a intentarlo. Esta podría ser la historia de cuatro amigos que viven en Nueva York, de cómo se conocieron, cómo convivieron y cómo evolucionan sus vidas a lo largo de más de treinta años. Digo “podría” porque en apariencia ese es el argumento de la novela, pero sólo en apariencia. La realidad es muy diferente y nos hallamos ante el desarrollo del sufrimiento de un hombre transformado en un intento de sobrevivir a pesar de sí mismo. Jude es el protagonista de la novela y a su alrededor aparecen sus tres mejores amigos, Willem, Malcom y JB, y todos aquellos que por suerte o por desgracia se cruzaron en su vida. He asistido a la mayor descripción de atrocidades que una sola persona puede sufrir, porque esta es, sin duda alguna, la novela más dura que he leído en toda mi vida. Y creo que, al mismo tiempo, también la más hermosa.

Conocemos a los personajes cuando han terminado la universidad y dos de ellos, Jude y Willem, buscan piso para instalarse juntos. Los otros dos amigos los ayudan en su propósito y a partir de ese momento vamos a ir conociendo poco a poco a cada uno, su pasado, sus inquietudes, sus anhelos y sus miedos. Pero llega un momento en que es inevitable darse cuenta de que la autora se detiene más en uno de ellos, en que los otros tres comienzan a tener importancia en la medida en que se relacionan con él, en que su pasado es más oscuro, más difícil de contar y por eso, en un principio, sólo se intuye. Pero no se puede entender a Jude sin saber qué fue lo que le pasó, aquello que sus amigos se preguntan sin descanso y que él no les ha contado nunca. Y el lector se entera de qué fue lo que le ocurrió, año tras año, dolor tras dolor, cuestionándose cómo es posible que alguien con tal carga pueda mantener un mínimo de cordura.

Lo cierto es que no quiero contar mucho más del argumento porque creo que con los pocos datos que he dado ya se puede adivinar hacia dónde va y de dónde viene esta novela.

Advierto también que no es una obra sencilla: hay muchos datos, muchas épocas y lugares, con constantes saltos en el tiempo y el espacio. Requiere memoria, concentración y capacidad de sufrimiento: he tenido momentos en que me veía incapaz de seguir leyendo pero al mismo tiempo no podía dejarlo. La autora no escatima en detalles desagradables, que creo que no sobran, porque son cruciales para entender todo lo que ocurre, pero cuesta leerlo, por duro, por cruel, por injusto, por improbable y al mismo tiempo por posible. A medida que avanza la novela y descubrimos ese horrible pasado podemos pensar que es realmente difícil que todas esas situaciones desgraciadas le hayan ocurrido a la misma persona, pero esto es ficción y a veces, la realidad la supera. Se busca la exageración, por supuesto, pero se pone al servicio de la narración, y funciona de un modo magistral.

Es curioso, pero a mí lo que me parecía más improbable era que los cuatro amigos hubieran triunfado en su vida laboral, que todos consiguieran trabajar en aquello que querían, que se ganaran la vida haciendo lo que más les gustaba. Supongo que igual es porque yo no escribo esta líneas desde Nueva York, sino desde una pequeña ciudad en la que no abundan las oportunidades, desde un país en el que haberte preparado y haber trabajado duro tiene como recompensa un contrato precario, con condiciones deplorables y un sueldo irrisorio. Eso si hay suerte y te contratan en algún sitio. Olvidaba que estamos aquí y ahora y que esto es lo que hay.

Reivindicaciones aparte, Tan poca vida no va a dejar indiferente a nadie: es una novela que se odia o se ama. Y puede que ambas cosas a la vez.

Tan poca vida tan-poca-vida

Hanya Yanagiahra

Editorial Lumen

1008 páginas

6 comentarios en “Tan poca vida, Hanya Yanagihara

  1. María, como es costumbre en ti, nos pones la miel en los labios con la reseña. El programa página2 también nos incitó a su lectura, asi que nos tendremos que poner a leerla. Muchas gracias por todas tus recomendaciones…Besos

    Le gusta a 1 persona

  2. Amo y amaré este libro, y como dices en tu reseña hay momentos que no puedes seguir leyendo y a la vez no puedes parar. Volveré a leerla seguro porque aunque ha pasado el tiempo sus personajes siguen en mi. Un abrazo y enhorabuena por el blog

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario