Club de lectura: El corrector

Empezamos la sesión con la Feria del Libro de Salamanca presente: comienza este sábado y en el club hay ganas, muchas ganas; no vamos a perder la oportunidad de ver a los autores y asistir a sus presentaciones en la Plaza Mayor. Y nuestro pequeño homenaje se hace de un modo especial: en la próxima sesión cada una leerá el libro que elija de cualquiera de los autores que visitan la ciudad en estos días y la lista es amplia (Jesús Marchamalo, Julio Llamazares, Javier Reverte, Luis García Jambrina…). Yo me he decidido por Un otoño romano, libro de viajes en una de mis ciudades favoritas: en breve las impresiones.

Elena, una de las componentes, consiguió darnos envidia de la mala (en este club opinamos que la buena no existe) mientras nos contaba su experiencia del Día del Libro: lo pasó entre Madrid y Alcalá de Henares, así que disfrutó de muchas actividades de primera mano. La noche de los libros, museos, exposiciones, Cervantes y lecturas, muchas lecturas. Desde aquí quiero darle las gracias a todas las chicas de este club que comparten de un modo tan generoso aquello que nos entusiasma. Pero sigue dando envidia…

Belén no pudo resistirse el día 23 y se acercó a los puestos de libros resguardados de la lluvia bajo los soportales: de su pequeño botín nos recomendó La víspera de casi todo, de Víctor del Árbol. Le está gustando mucho así que lo añadimos a nuestra lista particular. Volvimos a recordar a Alejandro Palomas, que casi es un miembro más de estas pequeñas reuniones porque no hay sesión en la que no se le nombre, y siempre para bien. Su novela, Un perro, sigue de paseo entre nosotras, ya quedan pocas por leerlo y las impresiones son fabulosas.

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Leyendo en el club…

El corrector

 

Para esta semana un libro especial, El corrector. A mí ya solo el título me toca de cerca, por aquello de la deformación profesional… A ver qué tal resulta la sesión porque el texto es breve pero intenso.

Por otro lado no puedo dejar pasar que el sábado fue la fiesta de las Letras y no pude resistirme a traer algo a casa, a pesar de todo lo que se acumula en la mesilla y las estanterías esperando a ser leído. Ahí dejo una foto de mi pequeño botín.

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Club de lectura: En el café de la juventud perdida

Novela difícil y sesión también complicada. No sabemos si es porque está escrita por un Premio Nobel, algo que inevitablemente impone, por su estructura o porque el tema nos ha llegado.

Pero empecemos por el principio. De nuevo el poema ha sido seleccionado por una de las integrantes del club, esta vez, María Sánchez. Desde aquí muchas gracias por estar atentas a las lecturas y compartir cuando la literatura lleva a más literatura. Y el elegido fue nada menos que Kavafis, con El anciano. Absolutamente perfecto y conveniente para el libro de la quincena: ya sé que hay temas universales, que parece que ya está todo escrito y que siempre se pueden encontrar correspondencias, pero en ocasiones, solo en ocasiones, la poesía condensa en unas pocas líneas todo el contenido de una novela. Comprobadlo.

Poema

En el apartado de recomendaciones destacaron la ilustradora Agustina Guerrero, La volátil, con una historia sobre el embarazo titulada Mamma Mia, y el añorado Rafael Chirbes, con París-Austerlitz. También está teniendo mucho éxito El gran misterio de Bow (reseña aquí), parece que semana a semana cambia de manos y de ojos.

Y vamos al libro: ha resultado complejo, con nombres, lugares y situaciones difíciles de entender. Como siempre, un pequeño resumen: En el café de la juventud perdida narra la historia de una joven que busca su lugar en el mundo y en la vida. En el París de los años 60 abundan los lugares en los que refugiarse cuando parece que no se puede naufragar en ninguna parte. Louki viene de una infancia complicada carente de afectos y su destino es la búsqueda continua, caminar y no parar. Su vida aparece contada por distintos narradores, cada uno con un capítulo, que nos muestran su percepción de la mujer: un detective, un estudiante que deja de serlo, un amante amigo y ella misma. El primer capítulo deja perplejo al lector ya que aparecen multitud de personajes que no conocemos. La opinión ha sido unánime al afirmar que tras terminar el libro, si leemos de nuevo ese difícil y desconocido primer capítulo, la percepción cambia.

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