Alfonso Zapico ilustra la biografía de James Joyce en Dublinés.
Hay días en que la casualidad te persigue y el pasado viernes fue uno de ellos. En primer lugar, mil perdones por el retraso en la publicación de reseñas: las excusas no valen y, aunque esto es algo que hago en mi tiempo libre, tengo la firme proposición de que no vuelvan a pasar tantas semanas sin recomendaciones. Porque tengo muchas: no he reseñado pero, en cambio, no he parado de leer. En cualquier caso creo que sí debo aclarar que las clases me roban mucho tiempo y ponerme al día en el nuevo instituto cuando mis alumnos llevaban más de un mes sin profesor de Literatura ha sido complicado. Pero con esfuerzo todo se consigue y poco a poco he logrado conocerlos a todos y que ese mes sin clases se haya ido diluyendo.
He comenzado hablando de la casualidad y vamos a seguir con ella. Dublinés, de Alfonso Zapico, era la primera lectura del año para el club de lectura. A pesar de que he tenido que dejar de acudir a las reuniones quincenales, en la biblioteca me siguen manteniendo al día de los libros elegidos. Y el 13 de enero se iba a comentar este fabuloso cómic. Para quien no lo conozca es una biografía, la de James Joyce, uno de los escritores más singulares del siglo XX y que mayor influencia ha tenido en la Literatura moderna. Precisamente un 13 de enero, pero de 1941, moría el protagonista del libro y supongo que no hubo día mejor para hablar de él: lástima que me lo perdiera. Lo que no me perdí fue la oportunidad de disfrutar con una lectura diferente. Así que vamos a la reseña.
Hace unos meses leí La balada del Norte del mismo autor y ya tenía la seguridad de que Dublinés no me iba a defraudar. Como he apuntado antes se trata de una biografía gráfica en la que Zapico nos cuenta cómo fue la vida del escritor James Joyce. Sí, yo sabía que no había sido un camino de rosas, que su existencia había estado marcada por los excesos en muchos sentidos y que la publicación de su gran obra no fue sencilla; pero esta lectura me ha servido para apreciar, para tener una visión más amplia de quién fue el escritor y quién se escondía tras él.
A lo largo de la lectura no he podido evitar imaginar al autor recorriendo cada uno de los lugares por los que pasó el propio Joyce para documentarse porque, que nadie se engañe, el hecho de que sea un cómic no le resta un ápice de rigurosidad a la historia. Es más, las ilustraciones resultan reveladoras, facilitan al lector la labor de desentrañar cómo y dónde estaría el protagonista de esta biografía, porque la parte difícil ya la hizo Alfonso Zapico.
Como de costumbre, no quiero revelar más de lo necesario, pero quien se adentre en estas páginas encontrará no sólo la vida de uno de los escritores más carismáticos que ha existido, sino también un viaje a uno y otro lado del Atlántico, siguiendo las vicisitudes de Joyce y de su obra. He conocido a Nora, la que fue su compañera durante toda su vida, quien estuvo a su lado y lo apoyó a pesar de los desplantes, las infidelidades reales y platónicas, la miseria y el orgullo; y también a pesar de que no leyó ninguno de sus libros. Si los seguimos a ambos viajaremos de Dublín a Trieste, a París y a un sinfín de lugares que les sirvieron de hogar. Me ha gustado conocer la historia de la publicación de su Ulises, de la comprensión y la incomprensión de una obra que supuso toda una revolución literaria en las primeras décadas del siglo pasado, de quién le prestó ayuda para editarla e imprimirla y de cómo, en ocasiones, Joyce llevó la injusticia por bandera dejando de lado a aquellos que le tendieron la mano.
En fin, lectura más que recomendable: hasta ahora ha sido el modo más original y satisfactorio en que he leído una biografía y me reafirmo en la idea de que Alfonso Zapico es, además de un magnífico dibujante, un escritor exhaustivo que espero que nos deleite muy pronto con la segunda parte de La balada del Norte.
No quiero dejar pasar la oportunidad de dar la enhorabuena a la editorial, porque cada libro suyo que ha caído en mis manos me ha parecido un auténtico tesoro: ediciones cuidadas, mimadas y perfectas, exquisito papel… una maravilla.
Dublinés
Alfonso Zapico
232 páginas
Astiberri Ediciones
Ya estábamos echando de menos tus reseñas, no tardes tanto porque animas un montón a leer. Hasta pronto.
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Lo voy a intentar, de veras. Me alegro mucho de animarte a leer. 🙂
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Tus reseñas nos permiten descubrir gran cantidad de historias que de otro modo no llegarían nunca hasta nosotros. Gracias!!
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Gracias a ti por pasarte por el blog!! Vuestros comentarios siempre me animan a seguir leyendo y escribiendo. 😉
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Me uno a las gracias por las reseñas. Dublinés también me ha atrapado y por ello he comenzado a leer La ruta Joyce, del mismo autor y de nuevo novela gráfica. En él, Zapico hace un recorrido por las ciudades que marcaron a Joyce. Una forma amena y diferente de leer.
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Pues ese me lo apunto!!
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