Reconozco que los días de verano están haciendo estragos: mucho calor, pocas ganas de nada y miles de lecturas por delante. Pero antes de continuar con ellas, un pequeño parón para hablaros de una novela que terminé hace ya unos días; su título: Dile a Marie que la quiero. Lo cierto es que no había oído absolutamente nada ni de la novela en sí ni del autor, tan solo tenía la referencia de que se trataba de una historia de la Segunda Guerra Mundial, y hay cosas a las que me cuesta mucho resistirme. Así que cuando me proporcionaron el libro desde Edición Anticipada, no lo dudé y me puse con él. Lamentablemente la experiencia no ha sido demasiado satisfactoria. Vaya por delante dejar claro que este es solo mi punto de vista, que no todos los libros provocan las mismas sensaciones en todo el mundo y que no pretendo desanimar a nadie con su lectura. Pero cuando comencé con este blog dije que iba a ser totalmente sincera con la opinión que me suscitaban los libros, así que allá voy.
Esta historia comienza prácticamente con el final, con la muerte de una mujer cuyas últimas palabras dan título al libro. Esta mujer es Mathilde, alguien que ha intentado sobrevivir a los estragos que ha causado la Guerra en Europa y que quiere poner a salvo a su familia a toda costa. Natural de Berlín, hija de un aristócrata alemán, renuncia a su fortuna y a su apellido cuando se casa con un joven actor judío. Pronto se queda embarazada y en su intento de huida hacia América el parto les sorprende en Marsella y el nacimiento de la pequeña Marie cambia sus planes por completo, obligándoles a permanecer en Francia. Pero el cerco a los judíos se va estrechando de tal modo que tienen que poner en riesgo sus vidas para poder escapar. Sin querer desvelar demasiado tan solo añadiré que madre e hija se separan y que Mathilde hará cuanto esté en su mano para encontrarla.
Hasta aquí podríamos pensar que vamos a leer una historia de búsqueda pero las peripecias se suceden de un modo demasiado precipitado. El número de personajes que aparecen en escena son excesivos y el ritmo narrativo, que intenta ser vertiginoso, carece de profundidad: hay situaciones muy complejas desarrolladas a lo largo de varias páginas que se resuelven en un párrafo, sin apenas detalles, con prisa.
Por otro lado, y como ya he apuntado antes, el elenco de personajes es demasiado extenso para el número de páginas que tiene la novela: el modo en que todos ellos se cruzan e interactúan me ha resultado forzado, hay que confiar en la casualidad constantemente. Sé y entiendo que las novelas de este tipo se nutren de las tramas y las subtramas, pero el modo de concluirlas es, bajo mi punto de vista, artificioso.
Además de la protagonista, y en la odisea que supone encontrar a su hija, nos vamos a topar con un soldado de la resistencia nacido en un pequeño pueblo de Francia que busca su venganza particular; esta venganza va contra un psicópata que a lo largo de la novela es omnipresente, desde la infancia de Paul, el soldado de la resistencia, hasta el desenlace de esta historia, bastantes años después. Un cartero sin cartas que repartir, una maestra de escuela, una comadrona que hace tiempo que no ejerce como tal, un matrimonio perverso, un antiguo amor de Mathilde…
En cualquier caso, y como siempre digo, insisto, esta es solo mi opinión. Y también señalo lo bueno: la labor de documentación ha sido minuciosa y exhaustiva; el autor nos muestra batallas, ejércitos, campos de concentración y cuál fue la situación de los refugiados franceses durante la Segunda Guerra Mundial.
Supongo que no todo nos gusta, o quizá, simplemente, no era el momento.
Dile a Marie que la quiero
Jacinto Rey
365 páginas
Suma de letras
Yo también creo que cada libro tiene su momento…, no sería el suyo, o quizás será que en estos días de tanto calor a uno no le apetece conocer tantos personajes y tanto de todos ellos, pero desde luego el título es muy bonito y la historia parece muy tierna, una madre buscando a su hija…, lo dicho quizás no era el momento.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pues quizá, la verdad es que no lo sé. En cualquier caso, no me ha enamorado tampoco la historia… Definitivamente, no es mi libro favorito.
Me gustaMe gusta